Pues sí, como todos los años, siempre llega el puente de la Constitución, y ahí es cuando nos reunimos todos en casa de Mariló y después en la mía para poner entre toda la familia el Belén y el Árbol navideño, jejeje, y con esa excusa ya empezamos a hacer las primeras comidas de estas Fiestas, que como sabeis, son de todo menos ligeras, ¡ufff!, voy a tener que empezar a correr más de una hora al día para quemar todo lo que se avecina, pero en verdad que lo pasamos en grande, sobre todo con los nenes de la casa, los auténticos Reyes (que me acabo de dar cuenta que tengo 3, jejeje, como Melchar, Gaspar y Baltazar, ¡a ver cuál pinto de negro, jajaja!).
Este año serán unas fiestas especiales, por todo lo pasado, y por lo cual ya he pedido perdón en privado, me estaba desviando del camino correcto, con tonterías que no llevaban a ninguna parte, sólo a desestabilizarte más y más cada día...y ha llegado el momento de decir ¡hasta aquí!. Ahora retomaré con más fuerza mi responsabilidad como padre y sobre todo como compañero. Hay alguien que me ha demostrado en todo este tiempo qué significa una palabra que todos nombramos pero pocos conocen de verdad, el Amor: algunos creíamos que no existía, que sólo en la películas y bla, bla, bla...pero ¡joder!...qué lección para el resto de mi vida me dió ella....Ámame cuando menos lo merezca, será cuando más lo necesite (y así ha sido en estos meses....). Sólo puedo decirte tres cosas: GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS.
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